Lo que Aprendí de TETRIS
Como todo nacido en la década de los '70 [1977] he tenido la oportunidad de jugar en varios sistemas de video-juego, en atari, sega, nintendo, supernintendo, PS, PS2, PS3, Xbox... En fin, he probado sabores de todos los tipos creo, pero nada me influenció más que jugar nintendo, pasarme horas muertas con Mario Bros., The Legend of Zelda [todavía el tema suena en mi cabeza], Rad Racer, Willow, Mario Paint, Duck Hunter, La alfombra... Pero ninguno me enseñó cosas tan profundas como haber jugado Tetris.
Recuerdo que en las manos de mi hermano y mía cayó una cinta con decenas de juegos pero solo jugaba Tetris [creo que Bomberman también]. Pasaba horas muertas tratando de encajar las piezas y completar líneas en un izquierda derecha interminable. Muchas de esas horas las pasaba con quien es uno de mis mejores amigos a la fecha: Starsky.
Nos sentábamos en un sillón en la habitación y recuerdo que mientras uno jugaba, el otro filosofaba. Dos muchachos adolescentes que quizás en esta época hubiéramos sido tendencia y hasta una noticia en Yahoo! habríamos tenido. Tetris nos enseñó tantas cosas que haciendo memoria en estos días, me han ido llegando a la cabeza y quiero hacer públicas porque quizás a alguien más le sirven.
El aprendizaje se forjaba mientras caía la pieza, en la esquina de la pantalla se mostraba la siguiente y quien jugaba trataba de formar la fila, tal y como indica la dinámica del juego.
La primera enseñanza fue la paciencia, aunque muy pocas veces la he aplicado y entiendo que es algo que debe ejercitarse, la paciencia fue una de las primeras cosas que aprendimos porque tienes que esperar el momento oportuno para colocar la pieza adecuada, no siempre te caen las piezas que esperas y ahí es cuando la paciencia juega un papel especial.
Igualmente Tetris nos enseña a jugar con las piezas que nos caigan. No siempre nos llega la ficha que necesitamos para completar la fila pero podemos montarla y esperar la próxima ficha. Así mismo en la vida no siempre nos llega lo que esperamos, la vida nos brinda cambios, a veces inoportunos, pero que, si sabiamente movemos nuestras fichas sacando el máximo provecho a esa situación que consideramos desafortunada, en la próxima jugada podríamos alcanzar nuestro objetivo. Es cuestión de saber con lo se cuenta y en función reaccionar, sacando lo mejor esperando ver la próxima oportunidad.
Ahora bien, no siempre, luego de tener una situación desfavorable, la próxima oportunidad es favorable y esta es otra enseñanza. Aprender a aceptar los embates que probablemente nos lleven a perder el juego, pero siempre podremos recomponernos y reiniciar. También podemos acumular errores y una sola pieza corrige todo. Y es saber usar esa pieza o dejarle el espacio hasta que llegue lo que tenemos que aprender, probablemente nos ayuda a solucionar TODO en un solo movimiento, pero siempre que hayamos dado nuestros pasos para dejar el espacio a la solución. Pensar positivo.
Si logramos desacelerar y detenernos ante el caos podremos evaluar mejor las opciones y salir triunfantes. Llega el momento en Tetris que a medida que avanzan los niveles la velocidad de juego aumenta y la dificultad de formar líneas también porque las piezas no necesariamente son las que esperas. Si podemos adelantarnos al movimiento y los acontecimientos podremos encontrar la salida.
Que pensaría mi madre cuando pasaba horas muertas frente a la televisión jugando video-juegos, probablemente nunca le habría pasado por la cabeza que estaría filosofando. Toda actividad en la vida es una oportunidad de aprendizaje, está en cada uno encontrar la enseñanza.
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