El Exito Integral
Pretendo iniciar una saga de entradas en el blog con el sueño de escribir luego un artículo completo o quizás generar la inspiración básica para escribir un libro acerca de lo que considero el Éxito Integral, sus aristas y diferentes puntos de vistas que debemos tomar en cuenta para llamarnos realmente Exitosos.
Se hace necesario desarrollar un cocepto que no ha sido acuñado, pero que es neurálgico a la vez de evaluar los factores considerados como medición o patrón de éxito. La sociedad nos traza parámetros que influyen en nuestras vidas, estos parámetros encausan nuestra personalidad, incluso nos influencian al nivel de generar acciones. Los mismos dependen mucho del o de los núcleos sociales a los que pertenecemos, métodos y modelos de aprendizaje, experiencia adquirida; en general, de nuestro medio ambiente y nuestra interacción en él.
Es una doble vía entre los parámetros y acciones que encausan. Las acciones generadas por los mismos parámetros, ayudan a evolucionar el parámetro en sí mismo.
Los entendidos en temas sociales, psicológicos y psiquiátricos llaman a estos parámetros paradigmas. Los paradigmas se siguen generando y evolucionan con el cambio de las sociedades influenciando sus integrantes y generando sus acciones diarias.
La integración de las redes sociales al quehacer diario han hecho imprescindible hablar de las tendencias que producen estos espacios, generando acciones en masa que quizás no logran convertirse ni concebirse paradigmáticas pero provocan movimiento social o individual en función de ellas mismas.
Esta razón es la que me provoca hablar de Parámetros Sociales Funcionales [PSF] en lugar de paradigmas y en lugar de tendencias. Los PSF de igual manera producen acciones y generan respuestas a las mismas. El ejemplo más básico son los "Flash Mob" o turbas flash, donde un grupo de personas son convocadas a través de las redes sociales para ejecutar una acción en conjunto donde no necesariamente todos los involucrados estén de acuerdo, pero esa convocatoria se convierte en un PFS en el medio social al que el individuo pertenece; no es una acción paradigmática, como antes mencionaba, pero provoca acciones y reacciones en función de sí mismo.
Como entes sociales nos debemos a la interacción misma con la sociedad, nuestro medio ambiente, espacios muy particulares y definidos cada uno en sí mismo, cada uno con parámetros sociales funcionales y con tendencias que nos provocan accionar en un sentido u otro. Es como un auto conducido sobre un camino y el camino dicta la dirección.
Desde infantes nos desenvolvemos en núcleos sociales diferentes: El colegio, la casa familiar, el jardín de infantes de la plaza comercial… En nuestra adultez el juego de la interacción social se complica porque implica consecuencias a nuestras acciones y las mismas están dictadas por los parámetros sociales funcionales que tenemos desarrollados en nuestras psiquis y que no necesariamente convergen con los del núcleo social en el que en particular momento nos toca vivir.
La interacción diaria en los diferentes núcleos, provoca reacciones a nuestros parámetros ya pre-establecidos y que se han ido desarrollando en función de nuestro crecimiento como personas individuales y sociales, que interactúan pero que deben tomar sus propias decisiones.
Al final, debido a nuestro modelo de socialización, la creación de parámetros sociales funcionales y a su vez las acciones que tomamos van moldeando nuestra existencia y la encaminan hacia lo que la sociedad nos plantea como los parámetros mismos del éxito.
La sociedad actual se mueve a pasos de gigante. Avances tecnológicos que hace miles de años tomaban otros miles en desarrollarse, nos toman ahora meses. La noción de paradigma indica que debe haber un tiempo de creación del mismo, que debe interiorizarse y luego somáticamente ejecutarse. Esta sociedad no permite tiempo para eso, en minutos creamos una tendencia y hacemos un cambio de mentalidad. Ya no se crean paradigmas, la sociedad nos presenta parámetros que indican cual debe ser nuestra ejecución y esa es la definición de Parámetros Sociales Funcionales.
Los PSF son la base del éxito integral, interiorizarlos y hacerlos nuestros es esencial. Pero el propósito no es ejecutar en función de los parámetros funcionales que la sociedad nos plantea, el objetivo es ser capaces de entenderlos, actuar según nuestras convicciones y lograr que la sociedad entienda nuestras acciones. Ahí se inicia la construcción del éxito integral, en movernos como entes de la sociedad manteniendo la capacidad de convivencia y convergencia, pero actuando según nuestras convicciones. Siendo esencialmente honestos con nosotros mismos y comprendiendo de lo que somos capaces para mantenernos vivos y activos, caminando hacia delante y logrando avanzar sin importar los reveses.
Recuerdo que cuando crecía en el colegio y me desarrollaba no era feliz, no vivía a plenitud porque siempre traté sin éxito ante la sociedad ni ante mí de complacer los gustos de los demás. La vestimenta no era la adecuada, el corte de pelo, el deporte, la música, nada era lo correcto. Así fui creciendo y el afán de complacer al resto primero que yo se mantuvo y en ocasiones todavía se mantiene. De esa manera es imposible alcanzar el éxito integral porque es imposible alcanzar vivir según los PSF que se nos presentan. Por eso es que tenemos que interiorizarlos, ser honestos con uno mismo y ejecutar en función de.
Cuando el ser humano logra concretar ese ciclo inicia el camino del éxito. Ahora bien, vivir según nuestras pautas en torno a los PSF que nos presenta la sociedad no quiere decir que vivamos completamente ajenos a los aspectos culturales, éticos, morales y religiosos de la misma. Es todo lo contrario, es aprender a convivir con los planteamientos culturales, éticos, morales y religiosos de la sociedad ejecutando según nuestra pauta.
El éxito inicia en el interior, pero se reconoce en el exterior y ese reconocimiento exterior viene dado de nuestros círculos sociales en los que convivimos.